Adicción con paso de la carga al factor externo
https://engineerdesistemas.blogspot.com/2013/11/adiccion-con-paso-de-la-carga-al-factor.html
El paso de la carga, el trabajo o la función, a un factor externo es una forma benévola de la Adicción. A medida que algunas personas se hacen mayores y en ocasiones dedican más y más tiempo a la lectura, van perdiendo paulatinamente visión. Finalmente no pueden leer lo que se halla escrito en una pizarra, o no pasan la revisión de licencia de conducir por ese motivo. Entonces se colocan gafas o lentes.
Entonces en un año se produce un deterioro de la vista tan intenso como el que han sufrido en los treinta años anteriores. Entonces las gafas se hacen necesarias no sólo para ver a distancia sino para leer cualquier documento. Esto se produce aparentemente porque los músculos alrededor de los ojos han estado durante muchos años haciendo un esfuerzo para compensar la ceguera, pero cuando este esfuerzo ya no es necesario dejan de actuar, y pierden totalmente esta habilidad.
Y pronto se necesitan unas gafas aún más potentes. Este es un ejemplo clásico del paso de la carga a un factor externo. En esta clase de sistema una fuerza externa mantiene el sistema en su situación deseada. Una fuerza bienintencionada, benevolente, y muy efectiva decide ayudar para conseguir que el sistema tenga nuestra posición deseada. Este nuevo mecanismo funciona muy bien.
Pero con este proceso, a través de una destrucción activa de los impedimentos que frenaban el sistema hacia la posición deseada, o por simple atrofia, las fuerzas originales que intentaban corregir la posición del sistema se debilitan. Cuando el sistema se desvía de la posición deseada el factor externo redobla su potencia, lo cual aún debilita más a las fuerzas originales. Finalmente el sistema original toma una posición de dependencia total del factor externo ya que sus fuerzas correctivas originales han desaparecido por completo y en general de forma irreversible. Otros ejemplos de paso de la carga al factor externo se dan a continuación:
Ayudarse de un factor externo para situar el sistema en nuestra posición deseada no es algo malo en principio. Es usualmente beneficioso y permite al sistema plantearse la consecución de mejores objetivos. Pero la dinámica del sistema puede ser problemática por dos razones: Primero, el factor externo que interviene no suele percibir las consecuencias que su ayuda va a tener en los elementos del sistema, y en especial en aquellos que intentaban hacer ese mismo esfuerzo. Segundo, la comunidad que es ayudada hoy no se plantea que la ayuda es temporal y pierde el sentido del largo plazo por lo que se vuelve más vulnerable y dependiente del factor externo.
La retirada de la ayuda de un sistema que está siendo ayudado, sea el cuerpo humano, un determinado entono con valores ecológicos, o una comunidad humana no suele ser fácil y en muchas ocasiones es sencillamente imposible. Este proceso de retirada de la ayuda sin deteriorar el sistema se ha de basar siempre en la identificación de los elementos internos del sistema que en su estado original se encargaban de corregir el problema, reforzar estos mecanismos, y a medida que empiecen a actuar ir retirando la ayuda.
Entonces en un año se produce un deterioro de la vista tan intenso como el que han sufrido en los treinta años anteriores. Entonces las gafas se hacen necesarias no sólo para ver a distancia sino para leer cualquier documento. Esto se produce aparentemente porque los músculos alrededor de los ojos han estado durante muchos años haciendo un esfuerzo para compensar la ceguera, pero cuando este esfuerzo ya no es necesario dejan de actuar, y pierden totalmente esta habilidad.
Y pronto se necesitan unas gafas aún más potentes. Este es un ejemplo clásico del paso de la carga a un factor externo. En esta clase de sistema una fuerza externa mantiene el sistema en su situación deseada. Una fuerza bienintencionada, benevolente, y muy efectiva decide ayudar para conseguir que el sistema tenga nuestra posición deseada. Este nuevo mecanismo funciona muy bien.
Pero con este proceso, a través de una destrucción activa de los impedimentos que frenaban el sistema hacia la posición deseada, o por simple atrofia, las fuerzas originales que intentaban corregir la posición del sistema se debilitan. Cuando el sistema se desvía de la posición deseada el factor externo redobla su potencia, lo cual aún debilita más a las fuerzas originales. Finalmente el sistema original toma una posición de dependencia total del factor externo ya que sus fuerzas correctivas originales han desaparecido por completo y en general de forma irreversible. Otros ejemplos de paso de la carga al factor externo se dan a continuación:
Ayudarse de un factor externo para situar el sistema en nuestra posición deseada no es algo malo en principio. Es usualmente beneficioso y permite al sistema plantearse la consecución de mejores objetivos. Pero la dinámica del sistema puede ser problemática por dos razones: Primero, el factor externo que interviene no suele percibir las consecuencias que su ayuda va a tener en los elementos del sistema, y en especial en aquellos que intentaban hacer ese mismo esfuerzo. Segundo, la comunidad que es ayudada hoy no se plantea que la ayuda es temporal y pierde el sentido del largo plazo por lo que se vuelve más vulnerable y dependiente del factor externo.
La retirada de la ayuda de un sistema que está siendo ayudado, sea el cuerpo humano, un determinado entono con valores ecológicos, o una comunidad humana no suele ser fácil y en muchas ocasiones es sencillamente imposible. Este proceso de retirada de la ayuda sin deteriorar el sistema se ha de basar siempre en la identificación de los elementos internos del sistema que en su estado original se encargaban de corregir el problema, reforzar estos mecanismos, y a medida que empiecen a actuar ir retirando la ayuda.